Ya que acabamos de pasar Halloween y Día de Muertos hablemos de una de las cosas más aterradoras en nuestras finanzas, el temido y terrible “Cualquier cosa”. Esa frase que nos atormenta desde niñ@s, esa frase que nos decía diario nuestra mamá refiriéndose a cualquier situación que pudiera ocurrir: “Llévate una chamarra por cualquier cosa”, “No olvides tu dinero por cualquier cosa”, “Me avisas dónde estás y me llamas por cualquier cosa”. Entonces se convirtió en una sombra de incertidumbre sobre cada aspecto de nuestras vidas. O, al menos ese era el objetivo.
Ahora bien, si hablamos de finanzas personales aquel “cualquier cosa” se puede convertir en una cuenta de $800,000 pesos por la enfermedad de un ser querido, $5,000 pesos de un arreglo a tu carro, $2,000 pesos del veterinario del michi, o hasta el equivalente a un mes de sueldo porque te “dieron las gracias” sin avisarte.
¿Verdad que suena como peor que cualquier película de terror de Netflix? Pero, querid@s Moneyplanners no todo es oscuridad y miedo en esta vida de adultez, hay una fórmula infalible para contrarrestar este mal y se llama Fondo de Emergencias.
Cuando hablamos del Fondo de Emergencia no podemos hablar de una cantidad fija, tampoco de un porcentaje fijo de tu sueldo, porque sabemos que cada cartera es distinta no solo en sueldos sino en prioridades y proyectos. Sin embargo, lo que sí podemos hacer es ayudarte con algunos pasos que pueden hacerte crear tu Fondo de Emergencia de manera funcional y que éste se convierta en tu mejor amigo, tu Patronus, tu escudo defensor contra este terrible mal de la adultez.
Ojo… Como dijimos antes, esto solo es una guía de creación, todos los números, tiempos y demás dependen de tus hábitos en finanzas personales.
Paso 1. Haz un presupuesto de supervivencia.
Este presupuesto debe responder a la siguiente pregunta ¿Qué es lo peor que puede pasar? Y un ejemplo de respuesta sería “quedarme sin casa” entonces sabrías que una cantidad no negociable de este presupuesto debe ir a: Pagar la renta/hipoteca de mi casa. Otra respuesta puede ser: “No llegar a mi trabajo”; por lo tanto, es muy importante la gasolina de mi coche, o pagar el internet en caso de home office. Para este paso te invitamos a que seas completamente honest@ contigo mism@ y hagas cuentas de lo que sí es estrictamente necesario.
Paso 2. Compara tus ingresos con egresos.
En un mes “normal” ¿Cuánto ganas? Y lo más importante ¿Cuánto gastas? Si la respuesta a alguna de estas dos preguntas no es clara, es momento de sentarte con un papel y lápiz a sacar las cuentas de tus finanzas personales. No olvides añadir a ese presupuesto el dinero que gastas en los gustitos, en los gastos hormiga, en las saliditas, y hasta en las compras en línea. Teniendo ya la comparación entre ingresos y egresos, toma una decisión congruente de cuánto vas a disponer de ese flujo de efectivo (o restante) para la creación de tu fondo.
Paso 3. ¿Cuánto tiempo te has quedado sin trabajo?
Este paso puede ir un poco mas enfocado para los emprendedores, y la pregunta puede cambiar a ¿Cuánto tiempo se han tardado tus clientes en pagarte? Y la respuesta va a definir el tiempo que necesitas cubrir tus gastos con tu Fondo de Emergencia. Si te has quedado 3 meses sin trabajo por la pandemia o alguna otra situación, toma esos tres meses como referencia. Sí se vale decir que fue por una situación completamente fuera de tus manos, pero el prevenir el efecto de ello en tus finanzas (no, no la pandemia, pero si el golpe a tus finanzas) sí está en tu poder. También si eres de esas personas que trabaja así llueva, truene o relampaguee, piensa en las veces que te has enfermado, o que no te han pagado a tiempo, para que esa sea la relación tiempo/dinero que tomes en cuenta.
Paso 4. Hora de hacer las cuentas (se vale llorar).
Ya que sabemos cuánto, en términos de tiempo y dinero, multiplícalo (por ejemplo, 3 meses de 9,000 pesos c/u) y de esta forma sabrás la cantidad que necesitas tener en tu Fondo de Emergencia. Esa cantidad es tu meta final.
Paso 5. Constrúyelo poco a poco.
¡Tranquil@! Que no te espante la cantidad de tu Fondo de Emergencias, date el tiempo suficiente para irlo construyendo, no te dejes llevar por la frustración de no tenerlo en 3 meses. Porque eso, podría llevarte a no construirlo en absoluto. Regresa al paso 2 y, poco a poco haz crecer ese cochinito. Crea este capital a tu ritmo, recuerda que al principio no puede parecer mucho pero, como decían nuestras abuelitas “de poquito en poquito se llena el jarrito” aquí la constancia y disciplina lo son todo.
Ya para cerrar, más que un paso nos gustaría dejarles un Tip de finanzas:
¡No tengas tu Fondo en la cuenta de banco! Si eres esa persona a la que se le quema el dinero en las manos, mantén tu fondo de emergencia fuera del alcance de tus compras compulsivas, pero sí con disponibilidad 24/7. Te recomendamos crear una cuenta en cetesdirecto.com donde también puede crecer unos pesitos extra tu dinero. O también puedes abrir una cuenta de banco que solo sea para esto, y esconder la tarjeta en una caja fuerte de EMERGENCIAS. Les prometemos que con este aliado de la mano de tus finanzas cualquier meta que tengas a corto, mediano o largo plazo no va a ser interrumpido por ese “Cualquier cosa”.